La salvia es una de las plantas aromáticas más conocidas y utilizadas a lo largo de todo el mundo. Sus hojas tienen un aroma inconfundible y son utilizadas en multitud de recetas. Es especialmente empleada en la cocida italiana, una de las más prestigiosas del planeta. Mediante la planta salvia podrás disponer de forma frecuente de este condimento dentro de casa. Lo mejor de todo es que podrás consumir sus hojas frescas, recién recortadas, ofreciendo un valor añadido a tus platos. Es conocida de forma científica como salvia officinalis y crece de forma arbustiva. Sus hojas son de color azul lavanda.
Cuidados de la Salvia
Los cuidados de la planta salvia son de lo más sencillos al igual que el del resto de las aromáticas, pero vamos a darte algunos consejos para que tu ejemplar luzca perfecto en casa y para que puedas utilizar sus hojas con frecuencia.
- Iluminación: al igual que para la mayoría de las aromáticas el sol es bastante importante. Requieren varias horas de sol directo al día, por lo que lo mejor sería situarla en exterior o junto a una ventana, donde reciba los rayos directamente. Tampoco hay que sobrepasarse para evitar la quemadora de sus hojas.
- Riego: el agua debe ser moderada en invierno, pero bastante abundante cuando llegue el verano y haga mucho calor. En ese momento será necesario regar las plantas prácticamente a diario. No hay que encharcar el suelo y es mejor no empapar las hojas. De ese modo evitaremos la propagación de enfermedades.
- Ubicación: en exterior, a plena luz o en un lugar soleado dentro de casa, como puede ser el alféizar de una ventana. Es conveniente que no haya corrientes de aire y tiene que estar sobre un suelo con buen drenaje para evitar el encharcamiento.
Por lo demás no vas a tener ningún tipo de problema a la hora de mantener una planta de salvia en casa, así que no tienes de qué preocuparte. Es una planta increíble, resistente y que te dará muchas alegrías.
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